Con un conductor pero bajo una lluvia intensa y con un coche que se puede comprar en China por 9.000 euros al cambio directo.
Esas han sido las bases de la prueba de conducción autónoma que BYD ha puesto a nuestra disposición para tener una toma de contacto con el Ojo de Dios, el sistema más avanzado de la compañía China, que ya funciona en el país asiático y que llegará a todos los coches de la empresa.
Antes de nada, el Ojo de Dios
Aunque la experiencia llegará unas líneas más abajo, es importante presentar qué es el Ojo de Dios, cuáles son sus credenciales y qué se propone.
Hace unos meses, BYD presentaba su sistema de conducción autónoma más avanzado. Nada especialmente novedoso si no fuera porque estaba dando un puñetazo encima de la mesa de la industria. Su gran atractivo es que llegará a todos sus coches, independientemente de su precio.
Ese es el verdadero aliciente. Hasta ahora, las funciones más avanzadas en los sistemas de conducción autónoma se han vendido como extras o como una parte de un equipamiento completo pero de precio alto. Son, en definitiva, una fuente de ingresos con la que se tantea, incluso, con servicios de suscripción como hace Tesla
Con su Ojo de Dios, BYD aspira a generar un valor añadido al producto para atraer a nuevos clientes. Que los modelos más básicos permitan disfrutar de servicios vedados hasta ahora parece una buena estrategia. La gran duda es: ¿qué pasará con esos ingresos?
Sobre esto mismo preguntamos a Stella Li durante nuestra breve charla en una mesa redonda con otros compañeros periodistas. Entonces, la vicepresidenta de BYD se limitó a decir que ya habían estudiado a fondo el asunto y que “contemplaban otras vías de ingresos” pero sin explicar a las claras cuáles eran éstas.
Mucho se ha escrito desde entonces y una de las posibilidades que parecen más evidente es la generación de ingresos a través de una tienda propia de aplicaciones dentro del sistema de infoentretenimiento del vehículo, que bien permita visualizar o acceder a cualquier otro tiempo contenido en parado… o en marcha.
Esto último es a lo que se aspira en los coches con niveles de conducción autónoma más avanzados e, incluso, sería hasta posible legalmente en Reino Unido si Mercedes pudiera aplicar las condiciones suficientes para activar su nivel 3 de autonomía con Drive Pilot. Pero sigue siendo de, nuevo, terreno acotado a vehículos de altísima gama.
BYD ha señalado que el sistema, de base, llegará a todos sus vehículos pero tiene tres niveles. El primero solo está disponible en autopista y es el que hemos probado. Esta es nuestra experiencia.